Beijing+25 CSO Encuesta (Español)

Introducción: La Plataforma de Acción de Beijing es un documento que marcó un hito en los derechos de las mujeres. Sin embargo, las mujeres que participaron en el activismo, la defensa y la redacción de las Doce Esferas de Especial Preocupación, reconocen que en 1995 las vieron como un escalón: el papel de la Plataforma fue avanzar en el progreso de los derechos de las mujeres.

Lo que realmente ha ocurrido, especialmente en los últimos 10 años, es que los gobiernos se han negado a comprometerse cuando se trata del avance de la agenda feminista en áreas de elaboración de políticas claves, en particular en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW). Ahora resulta que el lenguaje de la Plataforma de Beijing, es la máxima aspiración que los Estados están dispuestos a aceptar.

En consecuencia, el movimiento feminista ha sido un defensor de los elementos más fuertes de Beijing y no ha podido llegar a lograr un nuevo hito. Al mismo tiempo, el ambiente político global se ha convertido en un ambiente más autoritario, con un déficit de democracia, un aumento obsceno de la riqueza y la desigualdad, que se corresponde directamente con un sistema capitalista que publicita la deuda, pero privatiza los beneficios y se basa en los sistemas explotadores de combustibles fósiles dañinos que han sido generadores de la crisis climática. Ya que estas amenazas se extienden globalmente, los derechos de las mujeres y de las personas no-binarias están bajo ataque: figuras como Duterte, Modi, Bolsonaro y Trump utilizan la misoginia y la opresión de las minorías como su método para consolidar el poder.

Es importante, por lo tanto, y ya que nos acercamos a la revisión de los 25 años de la Plataforma de Acción de Beijing, evaluar más allá de las Doce Esferas Especiales y de los marcos existentes. En su lugar, ya que nos acercamos también a la CSW64 y al “Foro de Generación de Igualdad” en 2020, es necesario expresar los desafíos claves a los cuales se enfrenta el movimiento feminista (lo que alimenta nuestra ira), reconocer las conquistas y los momentos en los cuales nosotras hemos visto responsabilidad (en los cuales podemos encontrar la esperanza) y esbozar aquellos que identificamos como los problemas emergentes más allá de la BPfA, y lo que queremos abordar en el futuro, incluyendo y a través de los próximos temas de la CSW y sus métodos de trabajo (qué tipo de acciones queremos tomar).

Para este propósito, el Grupo Mayor de Mujeres ha redactado esta encuesta. Para ella, utilizó el marco de ‘Enojo-Esperanza-Acción’, y se propone formar una declaración feminista con nuestra visión central y nuestras demandas claves, crear un ‘documento de posición’ más largo para las reuniones del año 2020, y también dar lugar a los aportes de las declaraciones de la sociedad civil hechas en las revisiones regionales de 2019. Como mínimo, nosotras compartiremos los resultados de esta encuesta con ONU Mujeres, la Oficina de CSW y otras entidades de las Naciones Unidas. (Por ej. los órganos de los tratados y de procedimientos especiales).